(24052007)

Bajo la suave brisa, llegaste a mí,

Como una flor marchita en la penumbra.

Tu ternura se envolvía en la tristeza,

Y tú perfume único era un lamento frío.

Pero, con amor y dedicación,

Recobraste tus colores,

renaciendo la esperanza en tu corazón.

 

Te tuve en mi corazón, enamorado,

Y contigo encontré la felicidad.

Caminamos juntos en la oscuridad,

Prometimos amor sin límites,

Dibujamos un futuro incierto

Que ahora se desvanece en la niebla.

 

Compartimos risas y momentos felices,

¡Puente de los suspiros! Allí inició nuestra historia,

Donde armonizamos el latido de nuestros corazones,

Libres de preocupaciones y sombras del pasado.

El dulce encanto agoniza en fragmentos de pasión,

Nuestros destinos vagan por las páginas del dolor,

Los sueños que juntos diseñamos,

Se desmoronan en pedazos de desilusión.

 

Nunca pensamos en un final triste,

Pero lo inesperado ocurrió.

Nuestro amor se convirtió en desafío,

Llegó el desamor, sigiloso sin sospechas.

Tal vez si nunca lo hubiéramos intentado,

No habría sido necesario llegar a esta fría soledad.

Sin embargo, lo hecho está hecho.

Aprenderé a vivir con esta tristeza,

Que seguramente el tiempo sanará.

 

El amor fiel se acabó sin razón aparente.

Tomaste rumbo lejano sin explicación.

Hasta cambiaste tu número de celular,

Mis llamadas desviaste al buzón del olvido.

Quizás cambiaste la sintonía de tu corazón.

 

Te amé con todo mi ser,

Pero hoy, mi corazón no lo entiende

En esta abrumadora soledad.

Siento que tus palabras fueron mentira,

El amor que prometiste desapareció.

Quizás jugaste con mi vulnerabilidad.

No sé qué hacer, ¡amor complicado!

 

Pensamientos confusos me invaden,

Susurran tu nombre una y otra vez,

Recordando los buenos momentos.

Mis horas se llenan de tristeza.

Caminando entre sombras, perdido,

Y la falta de tu presencia me abruma.

 

Hoy, en el último atardecer, yo te nombro,

Desprendiéndome las astillas del dolor,

Aceptando el fracaso de nuestra historia,

Despidiéndome de los momentos vividos

Para que se queden donde comenzamos.

 

Perdóname por no dejarte ir de mi mente

Con la incertidumbre de olvidarte para siempre,

Pero aún extraño tus abrazos cálidos.

En esta última nota, te dejo la clave

Del baúl donde archivo nuestros recuerdos,

Para que encuentres mi corazón que aún espera.

 

© LAH Corazón Bardo