69.-RECUERDOS DE CHUANQUIRI
2/07/2024
En Chuanquiri, de
tierras cálidas,
las cosechas de marzo
son ásperas.
Sobre todo cuando el
café pierde valor,
y el sudor del hombre
se convierte en vano labor.
Cuando la miseria
azota al pueblo,
los visitantes
anhelan su suelo.
Los novatos peones
trabajan sin comer,
y no queda nada, ni
las sobras para lamer.
Plátano chancado para
el desayuno y la cena,
si la comes, porque
tu hambre te apena.
Con el tiempo, el
gusto me atrapó,
y en medio de todo,
hasta el amor me llegó.
Con Rocío, la
Carioca, como la llamaba,
casi todas las noches
con ella paseaba,
aunque el dolor me
obligó con dureza,
abandonarla fue mi
mayor tristeza.
Pensé alguna vez en
quedarme,
pero una enfermedad
me alarmó.
Milagro, salí con
vida de aquel secuestro,
donde entre muertos,
la vida se arrastra.
Ay, cuántos llegan y
nunca vuelven,
y cuántos mueren por
intentar regresar.
¡Ay,
Río San Miguel! Cuántos has llevado,
y aún no te has
vengado.
© LAH Corazón Bardo
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