Escr.04 (20/Enero-15/Diciembre/2002)

Amada mía, amor mío, por amarte

Yo subiría al cielo para inmortalizarte,

En cada estrella infinita tallarte,

Y eternamente contemplarte.

Por amarte, pintaría el cielo de colores,

Cada pincelada sería un suspiro,

Y en cada atardecer, mostraría nuestros amores.

Por amarte, gritaría al mundo tu nombre,

Claro y fuerte como el viento,

Hasta quedarme sin aliento.

Por amarte, construiría un puente de suspiros,

De tu morada a la mía, como un arco iris,

Donde no exista barrera que impida el presente.

Por amarte, escribiría versos en la arena,

Para que el mar los lleve a cada rincón,

Y sepan del amor que a mi corazón oxigena.

Por amarte, concederte ser mi dueña,

Haz de mí lo que quieras, cuzqueña,

Podrías rendirme a tus pies pequeños,

Y ser tu marioneta sin sueños.

Por amarte, puedo extender las manos,

A los desamparados y los condenados,

Cobijarlos en mi techo como hermanos.

Por amarte, podría el mar inmenso,

Cruzar sin miedo a su límite,

Y detenerme solo en tu mirar intenso.

Por amarte, frenaría el tiempo,

Para retenerte y nunca perderte,

Y vivir en otro momento sublime.

Por amarte, desafiaría la anchura,

De las aguas turbias de Vilcanota,

Y calmar sin temor, su bravura.

Por amarte, saltaría de las colinas altas,

De Machu Picchu aunque caigan espinas,

Solo por besarte y reposar en tu lecho,

Y en el manantial sagrado de tu pecho.

Por amarte, lucharía con la muerte, si así fuera,

Pasaría el infierno aunque me fundiera,

Y después de todo, amada mía,

Soy capaz de darte hasta mi vida.

Por amarte, me entregaría por entero,

Ser tu compañero y fiel caballero,

Recorrería cada rincón de tu piel,

Y en tus labios encontrar la miel.

Por amarte, escalaría alta montaña,

Superar cualquier obstáculo o hazaña,

Sería tu escudo, tu fuerza y tu guía,

En cada paso, en cada nuevo día.

Por amarte, desafiaría el destino,

Rompería las cadenas del camino,

Sería el viento que acaricia tu rostro,

El fuego que enciende tu pasión con alboroto.

Por amarte, tejería un manto de estrellas,

Donde nuestro amor brille en mil centellas,

Sería el sol que ilumina tu camino,

La luna que te acompaña en cada destino.

Por amarte, sería tu refugio seguro,

Donde encuentres paz y descanso puro,

Sería el faro celoso que ilumina tus pasos,

En este amor eterno, sin ocasos.

©LAH/Corazón Bardo